Perros en la Playa: Cómo Hacer que Sea una Experiencia Increíble

Perros en la Playa: Cómo Hacer que Sea una Experiencia Increíble

Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, muchos tutores están planeando una escapada a la playa con su peludo. Pero… ¿cómo asegurarte de que tu perro lo pase tan bien como tú?
Aquí tienes algunos consejos fáciles y esenciales para que el día de playa con tu perro sea todo un éxito. 

Acostumbra a tu perro al agua
Tanto si es la primera vez que tu perro va a la playa como si ya ha estado antes, es importante ayudarle a familiarizarse con el mar de forma adecuada.
El hecho de que le encante meterse en lagos o chapotear en ríos no significa que vaya a disfrutar del mar desde el primer momento. ¿Por qué?
Porque el mar es ruidoso, tiene olas y es impredecible. Para muchos perros, es toda una experiencia sensorial nueva.
Para que tu perro se sienta seguro y con confianza, ve poco a poco y sigue estos pasos sencillos:
  • Deja que se acerque al agua a su ritmo. Si duda, no le fuerces; la presión puede convertirlo en algo negativo.
  • Lleva su juguete favorito y jugad juntos cerca de la orilla para crear asociaciones positivas.
  • Quédate cerca cuando se meta en el agua; tu presencia le dará seguridad y confianza.
Con estos consejos, la playa se convertirá en un lugar divertido y seguro al que tu perro querrá volver.

Consejo: ¡No hay edad límite para disfrutar del agua! Pero si tu perro es cachorro o de raza pequeña, plantéate usar un chaleco salvavidas canino. Le ayudará a flotar y le dará un extra de seguridad.

Cosas a tener en cuenta
La playa puede ser un paraíso, pero también tiene sus riesgos.
¿Los principales? El calor y la arena caliente.

Los mejores momentos para ir a la playa con tu perro son por la mañana temprano o al atardecer, cuando hace menos calor y la arena no quema sus almohadillas.
Haz la prueba con el dorso de tu mano: si tú no puedes aguantar el suelo, su patitas tampoco.
Además, recuerda que cuando tu perro está empapado, le cuesta más regular su temperatura corporal. Si se queda al sol después del baño, asegúrate de que tiene una zona de sombra donde descansar y secarse tranquilo.

Otro detalle importante: la gente.
Para que tu perro disfrute de verdad, intenta evitar las horas punta. Las playas llenas de gente pueden ser demasiado estimulantes y provocarles ansiedad o estrés.
Ir en horarios tranquilos no solo ayuda a evitar el calor, también es una forma de cuidar el bienestar de tu perro y respetar el espacio de los demás.

Cuidados después del baño
El agua salada puede irritar la piel y el pelo de tu perro. Así que, al volver a casa (¡o incluso en la misma playa, si puedes!), dale un buen enjuague con agua dulce.
Esto ayuda a prevenir picores, sequedad o acumulación de sal.
Y si además le das un cepillado suave para quitarle arena o algas… ¡punto extra para ti!

Imprescindibles para llevar a la playa
¿Quieres ir bien preparado? Haz un kit playero para tu perro.
Aquí van nuestras recomendaciones:
  • Probióticos o suplementos digestivos: muchos perros tragan agua del mar mientras juegan, y eso puede causar molestias digestivas.
  • Correa larga: ideal para darle libertad sin perder el control en espacios abiertos.
  • Bebedero portátil: para ofrecerle agua fresca con frecuencia y evitar la deshidratación.
  • Juguetes: como pelotas flotantes o aros. Asegúrate de que floten… o el mar se los llevará para siempre.
  • Bálsamo para almohadillas: protege sus patas de la arena caliente y superficies salinas.
Qué comprobar antes de ir
Antes de cargar el coche y poner rumbo a la costa, revisa las normas locales de la playa. Algunas solo permiten perros en determinadas horas o temporadas. Es mejor ir sobre seguro y comprobarlo con antelación para evitar sorpresas desagradables.

La playa puede ser un auténtico paraíso para tu perro: con olas para perseguir, arena para escarbar y olores nuevos por descubrir.
Con un poco de planificación, algo de paciencia y una mochila bien preparada, puedes convertir una simple salida en una aventura segura, divertida… ¡y con muchas sacudidas de arena!
Así que… ¡toalla en mano, correa puesta y a disfrutar del verano juntos!